Megan Fox ahora quiere ser una superheroína lesbiana en Gen 13

La actriz Megan Fox parece estar buscándose un nuevo proyecto a marchas forzadas. Tras el fracaso taquillero de Jennifers Body y viendo que Jonah Hex seguirá casi seguro su mismo camino, ahora podría ser el turno de la adaptación del cómic Gen 13.

La última vez que hemos visto a Megan Fox en público fue en la premier de Jonah Hex en Los Ángeles. Se pudo apreciar que, aunque tenga 24 años, ya le agarro el gusto a las operaciones de cirugía estética. ¿Tal vez arriesgándose en perder algo tan cotizado como la “belleza natural”? Probablemente sí. De todos modos su estrellato en Hollywood parece que se está escapando entre sus dedos. Y fuera de Transformers 3 (ahora en poder de una modelo de lencería), el asunto no tiene buen aspecto.

Ciertamente aún tiene previsto estrenar Passion Play (junto a Mickey Rourke), pero no nos engañemos, si Jonah Hex hizo aguas, la nueva propuesta más independiente no parece que corra mejor suerte. A lo que tenemos que añadir que no vale con que Megan Fox “muestre pecho” en casi cada fotograma para llevar al público al cine. En definitiva, un desastre.

Ahora Megan Fox quiere llevar adelante un nuevo proyecto de cómic: Gen 13. En el cual daría vida a la integrante de un grupo de súper heroínas en el cual dominan el tiempo y el espacio. Aunque una de sus características es que, al igual que varias de sus compañeras, es lesbiana. Ciertamente la tendencia sexual no es algo que destaque mucho en los cómics más comerciales, pero con ver un poco de lo dibujado en Gen 13, a nadie se le escapará por dónde andan los tiros con el asunto.

Megan Fox quiere ser Sarah Rainmaker de Gen 13. Pero también quiso ser Aspen de Fathom, otra adaptación de cómic que, al igual que el primer caso, explota hasta la saciedad el voluptuoso físico del personaje.

En definitiva, buena suerte para Megan Fox. Quien fuera la mujer más sexy del año 2009 por más de un centenar de revistas. Y que, tal vez, por ser demasiado “sincera” en las entrevistas de promoción, se quedó fuera de una superproducción de 250 millones de dólares de presupuesto (Transformers 3) para dedicarse a otras más “modestas”.