
En el libro ha seguido el rastro de la Angelina atormentada, para encontrarla en el verdadero momento en el que el infortunio plantó en su subconsciente la semilla de la aflicción: el de la traición del padre y de ahí el resto de sus escándalos.
Pero de todo es hace ya un tiempo que los tabloides preferían a la Jolie drogadicta, promiscua, incestuosa, violenta o suicida. Cualquier cosa menos madre de familia. Recelosos, cada cierto tiempo le atribuyen escarceos, infidelidades, divorcios y reconciliaciones.
Ahora, desde que conoció a Brad Pitt se ha convertido, además, en madre antes que actriz. Y aunque ahora de nuevo está con esta biografía en el punto de mira, la realidad es que se la ve menos como el símbolo sexual gótico que parecía destinado a acabar de forma trágica.
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