Que la estabilidad emocional y mental de Lady Gaga pende de un hilo es algo de lo que ya hablamos en varias oportunidades. ¿Recuerdan cuando estuvo a punto de desmayarse tres veces en un concierto? Hasta sus fans le pidieron que se tome un descanso, pero a ella no le importa nada. Ahora dice que su destino es volverse loca (¿aún más?):Ya estoy loca. Soy una persona sin miedo. Creo que puede asustarte. Pero no creo que se pueda detener. Si mi destino es perder la cabeza por la fama, entonces ése es mi destino”.
Sí, definitivamente ya está loca. Una persona cuerda haría al menos algo por preservar la integridad de su propia vida, pero a ella ni siquiera le importa lo que le piden sus amados Little Monsters, a quienes les debe todo.
Por mi parte, yo voy a sostener hasta la muerte que la avidez de fama que llevó a Stephanie Germanotta a crear a Lady Gaga es lo que la condenó a no salirse jamás de ese personaje, como si de a poco la fuera cayéndose hacia el triste final de no saber quién es.
¿Trastornos de personalidad? Ya lo creo.
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